La cría de insectos comestibles, un sector en auge en el que Aragón pudo ser pionera
Un aragonés tuvo una extravagante idea hace un par de años: quería montar una granja de grillos destinados al consumo humano. La idea sonaba algo disparatada en aquel entonces pero ahora, con algo de perspectiva, podría compararse con el caso de los primeros productores de caracoles.
Los caracoleros pioneros se toparon con las mismas mofas y a día de hoy
hay cerca de 60 explotaciones de este molusco en la comunidad.
Fuera de nuestras fronteras no sorprendió tanto y la Unión Europea apoyó el proyecto de este empresario de Añón de Moncayo concediendo a Ecosunento una subvención de 42.000 euros para poner en marcha la explotación.
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Noticia extraída de heraldo.es